El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

Los hermanos Wright

Libro disponible:
Los primeros veinte artículos de la serie (del ácido sulfúrico a Louis Pasteur) están disponibles como libro en tapa dura y como libro electrónico.

Por si no conoces Hablando de…, en esta larga serie de artículos recorremos diferentes aspectos de ciencia y tecnología de manera aparentemente aleatoria, haciendo especial énfasis en aspectos históricos y enlazando cada artículo con el siguiente. Tratamos, entre otras cosas, de poner de manifiesto cómo absolutamente todo está conectado de una manera u otra.

Iniciamos esta serie de Hablando de… con el ácido sulfúrico, sintetizado por primera vez por Geber, cuyas ideas inspiraron la búsqueda en la Edad Media de la piedra filosofal por los alquimistas, el más grande de los cuales fue Paracelso, que eligió ese nombre para compararse con Celso, que se pensaba era un médico romano pero realmente era un tratadista que escribió una de las primeras grandes enciclopedias, la mayor de las cuáles es el Siku Quanshu, que contiene tesoros científicos, literarios y filosóficos como los tres textos clásicos del Taoísmo Filosófico, que tenía un concepto de la realidad muy diferente del occidental hasta la llegada de la “realidad cuántica”, puesta en cuestión por algunos físicos, que se enzarzaron en interesantes debates como las discusiones entre Einstein y Bohr, en las que tomaron parte otros genios como John von Neumann, cuyas ideas de máquinas auto-replicantes, junto con el concepto de una inteligencia artificial comparable a la humana de Turing, llevaron a las primeras predicciones de una “singularidad tecnológica”, que podría ser una explicación de la Paradoja de Fermi propuesta por el físico Enrico Fermi, que tuvo una importante participación en el Proyecto Manhattan, iniciado por el gobierno estadounidense como respuesta a una carta de Szilárd y Einstein en la que avisaban de la posibilidad de que los Nazis desarrollaran una bomba atómica, algo que nunca llegó a ocurrir posiblemente gracias a Werner Heisenberg, aunque el bando aliado sí utilizó armas atómicas en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, llevados a cabo por bombarderos B-29 Superfortress, cuyos motores estaban construidos por la empresa fundada por los famosos hermanos Wright. Pero hablando de los hermanos Wright…

Se llama a los hermanos Wright los “padres de la aviación”, y suelen ser considerados como los primeros en hacer volar una máquina más pesada que el aire de forma sostenida y controlada. Sin embargo, nadie hubiera dicho, hasta unos pocos años antes de lograr el éxito en tan importante empresa, que fueran a hacer nada por el estilo.

Wilbur Wright.

Oliver y Wilbur Wright eran dos de siete hermanos, nacidos en el último tercio del siglo XIX en Indiana (Wilbur) y Ohio (Orville). Tuvieron una infancia bastante normal, pero un suceso aparentemente sin importancia, de acuerdo con el testimonio de los propios hermanos sería la semilla de su hazaña: en 1878 su padre regaló a los pequeños Wright un juguete, un pequeño “helicóptero” de papel, corcho y bambú que utilizaba una goma elástica para hacer girar la hélice y volar unos metros. Los dos hermanos quedaron fascinados, y jugaron con el pequeño helicóptero hasta que se rompió - entonces construyeron uno propio. La fascinación por el vuelo había sido plantada en ellos.

Orville Wright.

Sin embargo, durante veinte años nada parecería indicarlo. Orville, el menor, era un muchacho inteligente, pero travieso y no demasiado aplicado, que pronto dejaría los estudios. Wilbur era más ordenado y trabajador, y podría haber seguido un camino muy distinto: de hecho, iba a estudiar en Yale. Sin embargo, con 19 años sufrió un golpe en la cara con un palo de hockey mientras jugaba con sus amigos y, aunque aparentemente no sufrió daños permanentes, su actitud cambió completamente - se retrajo, perdió toda ambición (abandonó la idea de ir a Yale) y permaneció en casa cuidando de su madre durante años, sin ningún espíritu emprendedor.

Curiosamente sería Orville el que sacaría a su hermano de su estupor: en 1889 decidió abrir una imprenta. Pidió ayuda a su hermano Wilbur, y juntos diseñaron su propia imprenta, demostrando ya que su creatividad e inteligencia eran especiales. Juntos publicaron un par de periódicos, y tres años más tarde abrieron un taller de reparación de bicicletas, que muy pronto se convirtió en su propia fábrica de bicicletas, la Wright Cycle Company.

Sin embargo, en la última década del siglo se palpaba algo en el ambiente: el alemán Otto Lilienthal, el “Rey Planeador”, había logrado realizar vuelos repetidos y sostenidos con planeadores, y aparecía en todos los periódicos. Sus hazañas despertaron el interés de mucha gente en el vuelo, entre ellos el de los dos hermanos.

Otto Lilienthal, el “Rey Planeador”.

Pero Lilienthal no era el único pionero de la aviación en esa década: el estadounidense Samuel Langley consiguió hacer volar en 1896 un prototipo a escala, no tripulado, de una máquina voladora de vapor. Su maqueta llegó a volar más de un kilómetro repetidas veces, convirtiendo a Langley - y no a los Wright - en el primero en conseguir hacer volar, de manera sostenida, una máquina más pesada que el aire. Lo que el pobre Langley no consiguió, por más que lo intentó, fue que las versiones de su Aerodromo a tamaño real, y tripuladas, volasen. Ese mismo año, Otto Lilienthal murió al estrellarse con uno de sus planeadores.

Prototipo del Aerodromo de Langley.

Todos estos acontecimientos hacen a los Wright recordar su fascinación por el vuelo, y en 1899 Wilbur escribe una carta al Smithsonian solicitando información sobre aeronáutica. Inspirado en los trabajos de todos los pioneros anteriores (y también de Leonardo da Vinci), Wilbur Wright empieza a experimentar y diseñar modelos.

Sí, no digo “los hermanos”, sino “Wilbur”: la fascinación por el vuelo había devuelto a Wilbur Wright su ambición y, durante más de un año, todas sus referencias al proyecto son en la primera persona - mi máquina, mis planes. Poco a poco, Orville se fue implicando en el proyecto, hasta que en 1900 ambos hermanos participan igualmente en él, pero el iniciador y líder fue Wilbur. Es curioso que, cuando él no tenía energía, fue Orville el que tiró de él al reclutarlo para su imprenta, pero ahora Wilbur le devolvía el favor a su hermano y proporcionaba el entusiasmo en el nuevo proyecto.

Aunque parezca mentira, los Wright tenían una ventaja importante sobre otros aspirantes a “voladores”: su fábrica de bicicletas. Junto con uno de sus empleados allí, Charlie Taylor, los hermanos diseñaban y fabricaban mecanismos prestados de los engranajes y cadenas de las bicicletas, con lo que una gran parte del trabajo la tenían hecha.

La segunda diferencia entre los Wright y otros inventores de la época era que Orville y Wilbur tenían muy claro cuál era el punto débil de la naciente aeronáutica: el control. La física de las alas y la potencia de los motores eran lo suficientemente avanzadas para la época, pero la mayor parte de los pioneros de la época, ingenuamente, se dedicaban a montar motores lo más potentes posible sobre alas con ruedas sin ningún tipo de control fiable, y esperaban que, de algún modo, todo saliera bien. Por ejemplo, Otto Lilienthal controlaba su planeador inclinando su peso a un lado o a otro, sin ningún tipo de pieza móvil.

Orville con uno de los planeadores de pruebas en 1901.

Los Wright se dedicaron a diseñar un sistema de control fiable sin utilizar motores: a pesar de la muerte del Rey Planeador (y otros) en sus planeadores, los hermanos utilizaron vehículos sin motor para perfeccionar sus sistemas de control, que permitieran al osado piloto manejar el aparato lo suficiente como para que no se estrellase. Flexionando el borde de un ala o la otra hacia abajo, los Wright conseguían virar a izquierda y derecha con gran rapidez y sin perder estabilidad de vuelo.

Sin embargo, esto no bastaba: tras numerosos fracasos y mucha tenacidad, Orville y Wilbur diseñaron el sistema de control completo: los “alerones flexibles” de las alas, combinados con una cola móvil similar a un timón de barco y una tercera pieza móvil en la parte de delante para controlar las subidas y bajadas.

Wilbur pilotando un planeador perfeccionado en 1902.

Además, los hermanos se dedicaron a un estudio sistemático y científico del problema del empuje: construyeron su propio túnel de viento y estudiaron las fórmulas de la época que describían el flujo del aire bajo las alas, utilizando maquetas a escala para calcular la velocidad que haría falta para sostener el aparato en el aire dependiendo de su peso.

Tras varias versiones a escala real de los planeadores (al principio no tripuladas, luego manejadas por uno de los hermanos), los Wright se dedicaron al problema de los motores. El error de otros pioneros había sido tratar de utilizar motores muy potentes, pero pesados. Los hermanos, tras estudiar el problema detenidamente, llegaron a la conclusión de que querían dos hélices de madera girando en sentidos contrarios (para cancelar sus momentos angulares y que no hicieran girar al aparato), y un motor ligero y eficiente.

¿A quién se dirigieron para conseguir este motor? A Charlie Taylor, su leal mecánico de bicicletas. Taylor (que era un genio por sí mismo) construyó una auténtica maravilla para la época: un motor, en gran parte de aluminio (algo que no se hacía entonces, y hoy en día parece que suena a “alta tecnología”) para reducir su peso y con cadenas de transmisión inspiradas en las de las bicicletas. Pero no sólo en esto era el motor especial: no tenía carburador ni bomba de combustible (la gasolina caía por su propio peso al cárter por un tubo de goma).

No era un motor extraordinariamente potente: doce caballos. Pero pesaba sólo 77 kilogramos, y lograba una eficiencia en la hélice de hasta el 82% (las hélices modernas tienen un pico del 85%, pero ha pasado un siglo). Con los dos problemas fundamentales (el motor y el control) resueltos, el Wright Flyer, el avión de los hermanos, estaba listo para volar. Pero no debería llamarse sólo “el avión de los hermanos Wright”: sin Charlie Taylor no hubiera existido nunca.

Los Wright empezaron a probar el primitivo aeroplano en Kitty Hawk, en Carolina del Norte, donde ya habían realizado las pruebas de sus planeadores: es una larga playa, de modo que tiene vientos relativamente constantes y pocos obstáculos. Tras un par de caídas y reparaciones, el 17 de Diciembre de 1903 Orville realiza el primer vuelo real del Flyer: 36 metros y medio. Los hermanos, turnándose para pilotar el aparato, realizaron varios vuelos más, en el último de los cuáles el ya propiamente llamado avión recorrió unos trescientos metros y estuvo un minuto en el aire.

El primer vuelo controlado y tripulado de la historia: el Wright Flyer el 17 de Diciembre de 1903.

Cinco personas fueron testigos de los vuelos de los hermanos - quienes, por cierto, querían la menor publicidad posible para sus experimentos, ya que estaban muy preocupados por la posibilidad de que alguien les robara las ideas. Por si las moscas, ya en 1902 habían solicitado una patente para su “Máquina voladora”, antes de que tuviera motor - sus sistemas de control eran la clave de la cuestión.

Durante los años siguientes, los hermanos perfeccionaron sus aparatos. Mucha gente, al principio, se resistía a creer que realmente hubieran conseguido volar, y la actitud de los hermanos (que se negaban a que se tomaran fotos de sus vuelos) no ayudaba. Sin embargo, poco a poco otros aviones se fueron construyendo en todo el mundo, hasta que el secretismo se convirtió en algo futil - a partir de entonces, tanto Wilbur como Orville realizaron demostraciones con sus aviones ante numerosos reyes y presidentes: en su año triunfal de 1909 Orville llegó a realizar un vuelo alrededor de la Estatua de la Libertad en una ceremonia. La era de la aviación había comenzado.

A los fabulosos Wright, sin embargo, no les quedaba mucho tiempo: en 1912 Wilbur murió de tifus. La “pareja mágica” se había roto. Tal vez por la falta de su hermano, Orville no tardó demasiado tiempo en vender lo que poseía de la Wright Company: en 1915 se había desligado de ella. Aunque el hermano pequeño viviría hasta 1948, es como si su interés en la aviación hubiera muerto con Wilbur.

Desde luego, ha habido muchas discusiones acerca de si realmente los Wright fueron los primeros en volar. Aunque la Federación Aeronáutica Internacional así lo reconoce, fueron muchos los que, antes y después del 17 de Diciembre de 1903, afirmaron haber conseguido volar antes que los Wright, pero nadie - independientemente de la veracidad de sus pretensiones - logró una maniobrabilidad y estabilidad como la del Wright Flyer hasta años más tarde.

En cualquier caso, poco más diez años despúes del primer vuelo, la nueva invención sería ya usada como arma: la Primera Guerra Mundial vería los cielos surcados por los primeros aeroplanos de guerra. La humanidad siendo como es, no es sorprendente que esto fuera así. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial vería el nacimiento de armas muchísimo más aterradoras que los primitivos aeroplanos. Probablemente la más horrible de todas sería el gas mostaza. Pero hablando del gas mostaza…

Hablando de..., Tecnología

11 comentarios

De: meneame.net
2007-08-23 17:16:05

El ácido sulfúrico y los hermanos WrightEntretenido artículo en el cual se tratan diferentes aspectos de ciencia y tecnología de manera aparentemente aleatoria, haciendo especial énfasis en aspectos históricos y enlazando cada artículo con el siguiente. En este casos enlazan el ácido s...

De: Khudsa
2007-08-23 23:59:24

Me encanta esta serie de artículos, aunque si tuviera que elegir mi preferida ... ummm .... me gustan todas!

De: Jiuck
2007-08-24 08:50:19

Un gran artículo, de verdad. Le dan ganas a uno de ponerse a hacer cosas como esa ^^.

De: Pedro
2007-08-24 13:22:22

¡Gracias a los dos! Esta es una de las series de artículos que más disfruto escribiendo, por ser tan "diferente", aunque no sea tan densa como otras, o tal vez precisamente por eso.

De: LAOLO
2007-10-23 00:08:27

GRACIAS A ESTOS DOS TIPOS QUE INVENTARON LOS AVIONES TRIPULADOS. GRACIAS AELLOS HOY TENEMOS MUCHOS TIPOS DE AVIONES


De: santi macias ortega
2009-08-09 00:58:31

es muy interesante por los hermanos wrigh ellos hicieron el primer avion y si no fuera por ellos el hombre no cumpliria su sueño de poder volar.


De: Maikl
2009-08-17 17:02:10

Aqui os dejo un enlace a la página de unos que construyeron una réplica casi exacta del flyer 1.
http://www.flyerhgil2003.com/Paginas/Castellano/Flyerhermanosgil.htm
Con fotos y detalles del proceso.


De: LINDA
2010-04-08 00:30:09

GRACIAS A LOS PIONEROS DE LA AVIACION HOY MUCHOS SOBRECARGOS Y PILOTOS EXISTIMOS PARA PODER VOLAR AVIONES.


De: luis
2012-05-24 20:13:51

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo


De: Roger Balsach
2014-08-23 13:09

Hola, Pedro, felicidades por el artículo :) No me canso de leer y releer esta serie, solo una cosa, parece mentira que en los siete años (si, hoy este artículo cumple siete años, ¡qué barbaridad!) nadie se haya dado cuenta que justo al principio (justo debajo de la foto de Wilbur) nos presentas a Oliver Wright (a saber si era uno de los hermanos, el padre, un primo o un tío...)

Roger ;)

De: Isangi
2018-11-13 15:20

Hola, llego muy tarde a este articulo, que creo ya había leido, pero, sin saber mucho de motores y menos del que diseñó el Sr. TAylor, me extraña esta frase:

"la gasolina caía por su propio peso al cárter por un tubo de goma"

¿al carter? la gasolina pasa por el carter para algo? No debería ser al cilindro?

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