Poco a poco, seguimos obteniendo más información de planetas extrasolares. En los últimos días los astrofísicos han realizado dos descubrimientos interesantes: por un lado, han medido la temperatura del planeta más caliente observado hasta el momento y, por otro, han logrado un mapa térmico de otro planeta extrasolar extremo que sufre vientos de miles de km/h.

Ilustración de cómo podría verse HD 149026b. Crédito: NASA/JPL-Caltech.

El primer planeta, HD 149026b, es un “Júpiter caliente” situado a unos 280 años-luz de la Tierra en la constelación de Hércules. Este gigante gaseoso, descubierto originalmente en 2004, es especial por varias razones: en primer lugar, visto desde la Tierra pasa justo por delante de su estrella, de modo que podemos obtener mucha información midiendo la diferencia de radiación recibida desde allí cuando el planeta pasa por delante.

Además, es el planeta con el núcleo sólido más grande que conocemos. Otros gigantes gaseosos más grandes (como Júpiter) están formados fundamentalmente por elementos ligeros y tienen núcleos sólidos muy pequeños. Sin embargo, HD 149026b tiene un núcleo sólido con la masa de 70 Tierras. Los científicos han observado que su estrella es muy rica en metales, de modo que el planeta puede haberse formado con una proporción de elementos pesados mucho mayor de lo normal desde el principio: es el planeta más denso conocido.

Pero es que la relación de este planeta con su estrella es especial en más aspectos: se encuentra tan sólo a 6 millones de kilómetros de su sol (25 veces más cerca que nosotros del nuestro), y tarda sólo 3 días en dar una vuelta. Al estar tan cerca, los científicos esperaban que el planeta estuviera muy caliente, pero cuanto más información obtenemos de HD 149026b más sorprendente es lo extremo del gigante de gas.

HD 149026b está a una temperatura de 2040 °C, más caliente que ningún otro planeta jamás observado. De hecho, **¡es más caliente que algunas estrellas! **¿Por qué tan elevada temperatura? Parece ser que es una combinación de dos cosas: por un lado, por supuesto, su extrema cercanía a la estrella. Pero es que, además, los cálculos demuestran que su albedo debe ser prácticamente cero. Es decir, que el planeta sería casi totalmente negro…sólo que está tan caliente que brilla como una brasa de carbón encendida.

Los astrónomos piensan que los responsables del pequeño albedo del planeta deben ser metales como el vanadio y el titanio, en la atmósfera del planeta. Pero no polvo de estos metales - si dejáramos polvo de titanio en la atmósfera de HD 149026b,_ llovería titanio líquido_. De hecho, la temperatura es tan grande que pueden existir titanio y vanadio en forma gaseosa en la atmósfera, absorbiendo enormes cantidades de radiación solar.

El otro planeta extrasolar que nos depara informaciones interesantes también tiene un nombre aburrido: HD 189733b, y se encuentra a 60 años-luz de la Tierra. Es similar al anterior, aunque no está tan caliente (“tan sólo” a 930 °C). También está muy cerca de su estrella - tarda sólo dos días en dar una vuelta.

Mapa térmico de HD 189733b. Crédito: NASA/JPL-Caltech/H. Knutson, Harvard-Smithsonian CfA

Lo que hace especial a HD 189733b es que, a pesar de que siempre muestra la misma cara hacia la estrella, las temperaturas en la cara diurna y la nocturna, que deberían ser extremadamente diferentes, son relativamente parecidas: 930 y 650 °C. La diferencia es sólo de unos 300 °C, lo cual es poquísimo. Los astrofísicos han obtenido un mapa térmico de la superficie completa del planeta, y las conclusiones son muy interesantes:

Para empezar, el punto más brillante del planeta no es el que está mirando directamente a la estrella: está inclinado 30 grados. Este hecho, combinado con la pequeña diferencia de temperaturas entre las dos caras del exoplaneta, ha permitido a los científicos calcular la velocidad de los vientos dominantes en HD 189733b.

Están seguros de que son vientos supersónicos. Pero es que eso tiene mérito, porque la densidad de la atmósfera del planeta es tan grande que la velocidad del sonido en HD 189733b es diez veces más grande que en la Tierra. Esto significa vientos de unos 12.000 km/h. Pero los modelos manejados estiman velocidades esporádicas mucho mayores,_ de hasta 35.000 km/h._ La verdad es que hace ver de otra manera los “terribles vientos de Júpiter” de hasta 600 km/h. El viento de HD 189733b es unas 60 veces más intenso.

Además, el planeta realiza una órbita que muestra una perturbación debida, muy probablemente, a algún planeta más pequeño “tirando” de él hacia fuera. Los astrónomos seguirán observando el sistema para tratar de encontrar este, o estos, planetas más parecidos a la Tierra. Tal vez estos gigantes no puedan albergar vida, pero aprender más de estos “gigantes extremos” sigue siendo fascinante.

Para saber más: Artículo en Physorg, Artículo en Space.com.